“Soñar” un don que lamentablemente perdemos cuando la sociedad nos consume, esto siempre ocurre cuando la madurez nos recuerda que jugamos un papel productivo muy importante en este mundo consumista, mejor rectifico, nuestros sueños no desaparecen si no “cambian”, de allí la máxima que nos recuerda “Soñar no cuesta nada”, pero deberíamos agregar a esto que sí tiene un costo y tal vez muy alto, nuestra dulce vida al convertirse en una vorágine consumista , nos transformamos en personas estresadas, neurasténicas, inarmónicas y pare usted de contar.
Esta exposición, se convierte en un recordatorio a esa alma infantil que debemos rescatar.
Cuarenta y dos artistas cuyas edades oscilan entre los 5 y 17 años, nos invitan a soñar con un futuro mejor.
En nosotros esta el realizarles ese sueño, y convertir en realidad estas pinturas.
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