Datos personales

jueves, 24 de octubre de 2013

Luna (por María Calixto)


"Luna"(dibujo y poema) de María Calixto
Luna
foco de pasión
que brilla
por la noche estrellada
(María Calixto)

martes, 3 de septiembre de 2013

Los colores de la Guacamaya

Obra realizada por el joven especial Anderson Coccio

Los colores de la Guacamaya
(Los siete colores)
Adaptación de una leyenda que figura en
“Cuentos del viejo Antonio”
Sub comandante Marcos


El viejo Antonio señala una guacamaya que cruza la tarde. “Mira- dice-, parece mentira tantos colores para un solo pájaro.

No era así la guacamaya. Puro gris era. Los dioses solían pelearse porque sólo dos colores se turnaban en el mundo: el uno era el negro que mandaba la noche, el otro era el blanco que caminaba de día, y el tercero no era un color, era el gris que pintaba las tardes y madrugadas para que no brincaban tan duro el negro y el blanco.

Y eran estos dioses peleones pero sabedores. Y en una reunión que se hicieron sacaron el acuerdo de hacer los colores más largos para que fuese alegre el caminar y el amar de los hombres y las mujeres.

Uno de los dioses agarró un caminar para pensar mejor su pensamiento y tanto pensaba su pensamiento que no miró su sangre y vio que era de otro color y fue corriendo donde estaban los demás dioses y les mostró el color nuevo y “colorado” le pusieron a ese color el tercero que hacía.

Después, otro de los dioses buscaba un color para pintar la esperanza. Lo encontró después de un buen rato y “verde” le pusieron a ese cuarto color.

Uno más rascó  la tierra, buscando el corazón de la tierra, lo encontró, y “café” le pusieron a es quinto color.

Otro dios dijo me voy pa’rriba para mirar de qué color es el mundo.
Subió y se quedó mirándolo tanto tiempo que  le pegó en los ojos el color del mundo. Luego trajo y dijo “En mis ojos traigo el color del mundo”, y azul le pusieron al sexto color.

 Otro dios estaba buscando colores cuando escucho un niño que reía; se acercó con cuidado y cuando se descuidó el niño, el dios le arrebató la risa y lo dejó llorando. El dios llevó la risa del niño y “amarillo” le pusieron a ese séptimo color.

Los dioses guardaron los colores diferentes y nuevos. Luego los dioses empezaron a esparcir los colores y el azul se quedó parte en el agua y parte en el cielo, y el verde le cayó a los árboles y las plantas, y el café que era más pesado, se cayó en la tierra, y el amarillo, que era una risa de niño, hasta pintar el sol, y el rojo llegó a la boca de los hombres.

Jugando con los colores los dioses salpicaron a los hombres y por eso hay hombres de distintos colores y de distintos pensamientos. Y entonces, para no olvidarse de los colores y no se fueran a perder buscaron el modo de guardarlos. Y se estaban pensando en su corazón cómo hacer cuando la vieran a la guacamaya y entonces la agarraron y le empezaron a poner encima todos los colores y le alargaron las plumas para que cupieran todos.

Y así fue cuando la guacamaya se agarró color y ahí lo anda paseando, por si a los hombres y mujeres se les olvida que muchos son los colores y los pensamientos y que el mundo será alegre si todos los colores y todos los pensamientos tienen su lugar.


domingo, 4 de agosto de 2013

El Osito de Peluche (El cuadro de la semana)

Dibujo y cuento de la alumna: Graciela Busek

“Un lindo amigo para ti, que te cuidará y protegerá, y le puedes pedir lo que quieras y desees de corazón, haciéndote verdaderamente feliz y cuando logres lo deseado, dáselo a cualquier otro pequeño que lo necesite más que tu.”

Eso decía la nota que acompañaba al pequeño oso de peluche, que recogí una mañana, cerca de un basurero.

Tendría 10 años y mi vida no era nada agradable, vivía en la completa miseria, mi  casa era de zinc y cartón, dormía en la tierra  y casi siempre salía a rebuscar en la basura algo para poder alimentarme.

De vez en cuando llegaba mi padrastro, borracho, con algún alimento, que casi siempre era pan.

Mi madre estaba tan desesperada que no le importaba el maltrato que aquel drogadicto nos daba a ambas…a cambio de unas migajas.

Un día hurgando la basura lo encontré, a pesar de la mugre que lo rodeaba tenía sus cachetes limpios, sus grandes ojos brillaban de alegría y su hermosa sonrisa parecía hablarme, pidiéndome que lo rescatara de aquella suciedad.

Me lo lleve al rancho con todo y su etiqueta, allí compartía el piso como almohada, era el custodio de mis sueños, era mi confidente y sentí que por primera vez contaba con alguien que me escuchara.

Las cosas comenzaron a cambiar: mi padrastro murió a causa de una sobredosis, mi madre, por su soledad, me llevó a una “casa hogar” y al mes de vivir allí fui adoptada por una linda familia; con ellos he aprendido a conocer que es la felicidad, el amor y la compañía…

Una tarde jurungando mis cosas tropecé con el papelito que acompañaba a mi osito, él estaba sobre mi mesa de noche, sentí su mirada penetrante y entendí su mensaje… al principio lloré, pero su sonrisa me decía que había cumplido conmigo, que por favor lo dejara libre para seguir con su tarea de llevar la felicidad a algún otro niño que la necesitara.

… Este es mi osito, si tienes una profunda tristeza, tómalo, hazlo tuyo, con él encontraras la felicidad…Y cuando ya puedas caminar con alegría, haz lo que yo estoy haciendo… entrégalo a otro niño que lo necesite.

 
Autora: Gabriela Busek

 

martes, 4 de junio de 2013

Un Canto a la maternidad (el cuadro de la semana)

"Me cambió la vida" obra de Adrianny Gonzalez
Piel de Manzana
(Joan Manuel Serrat)
A esa muchacha
que dio a morder
su piel de manzana
cuando Cupido
plantaba un nido
en cualquier ventana.
A esa muchacha
que tuvo al barrio
guardando cola
y revoloteando
como polillas
en las farolas.
A esa muchacha que fue Piel de Manzana
se le quebró el corazón de porcelana,
se le bebieron de un trago la sonrisa.
La primavera con ella tuvo prisa.
Y quién me hace entender
que la entretuve ayer
temblándome en las manos.
Maldigo el no poder
volvernos a esconder
en el último rellano
y a oscuras, compartir
un ramillete de promesa
y oír, sobre las diez:
Niña, la hora que es y sin poner la mesa.
Muchachas tristes
que florecisteis
en mis aceras,
bien poco ha escrito
en vuestros cuadernos
la primavera…y llega el invierno

martes, 14 de mayo de 2013

El Pajarito en mi ventana (El cuadro de la semana)

Imagen y escrito de Zuhe Verónica Costa López (9 años)

El Pajarito en mi ventana
En el árbol se paró un pajarito
y miró hacia las flores de mi jardín,
Yo me asomé por la ventana
y era muy colorido que me recordó
al pajarito que yo tenía.
El pajarito bajo a la flor
y yo salí de la casa y lo toque,
era muy suave, entonces le pregunté:
“¿estás sola?”
 y ella me respondió que “sí, y también tengo hambre”
y yo le respondí, te voy a dar  un poco de pan,
ella me dijo “gracias”,
yo le dije
¿quieres quedarte conmigo?
Ella me respondió
“lo siento es que me gusta la libertad...
 
 bueno me tengo que ir…”
Nos despedimos y ella se marchó.

 

Ilustración y cuento de:
Zuhe Verónica Costa López
(9 años)

miércoles, 1 de mayo de 2013

El Camaleón Max ( el cuadro de la semana)

El camaleon Max (obra de Alexandra García-9 años)

“El Arco Iris y el Camaleón”

(Un cuento de Marisa Moreno)

 

Comienza así nuestra historia:

Un camaleón orgulloso, se burlaba de los demás por no cambiar de color como él. Pasaba el día diciendo: ¡Qué bello soy!

¡No hay ningún animal que vista tan señorial!

Todos admiraban sus colores, pero no su mal humor y su vanidad.

Un día, paseaba por el campo, cuando de repente, comenzó a llover.

La lluvia, dio paso al sol y éste a su vez al arco iris.

El camaleón alzó la vista y se quedo sorprendido al verlo, pero envidioso dijo: ¡No es tan bello como yo!

¿No sabes admirar la belleza del arco iris?: dijo un pequeño pajarillo que estaba en la rama de un árbol cercano.

Si no sabes valorarlo, continuó, es difícil que conozcas las verdades que te enseña la naturaleza.

¡Si quieres, yo puedo ayudarte a conocer algunas!

¡Está bien!: dijo el camaleón.

Los colores del arco Iris te enseñan a vivir, te muestran los sentimientos.

El camaleón le contesto: ¡Mis colores sirven para camuflarme del peligro, no necesito sentimientos para sobrevivir!

El pajarillo le dijo: ¡Si no tratas de descubrirlos, nunca sabrás lo que puedes sentir a través de ellos!

Además puedes compartirlos con los demás como hace el arco iris con su belleza.

El pajarillo y el camaleón se tumbaron en el prado.

Los colores del arco iris se posaron sobre los dos, haciéndoles cosquillas en sus cuerpecitos.

El primero en acercarse fue el color rojo, subió por sus pies y de repente estaban rodeados de manzanos, de rosas rojas y anocheceres.

El color rojo desapareció y en su lugar llegó el amarillo revoloteando  por encima de sus cabezas.

Estaban tan sonrientes, alegres, bailaban y olían el aroma de los claveles y las orquídeas.

El amarillo dio paso al verde que se metió dentro de sus pensamientos.

El camaleón empezó a pensar en su futuro, sus ilusiones, sus sueños y recordaba los amigos perdidos.

Al verde le siguió el azul oscuro, el camaleón sintió dentro la profundidad del mar, peces, delfines y corales le rodeaban.

Daban vueltas y vueltas y los pececillos jugaban con ellos.

Salieron a la superficie y contemplaron las estrellas. Había un baile en el cielo y las estrellas se habían puesto sus mejores galas.

El camaleón estaba entusiasmado.

La fiesta terminó y apareció el color azul claro. Comenzaron a sentir una agradable sensación de paz y bienestar.

Flotaban entre nubes y miraban el cielo.

Una nube dejó caer sus gotas de lluvia y se mojaron, pero estaban contentos de sentir el frescor del agua.

Se miraron a los ojos y sonrieron.

El color naranja se había colocado justo delante de ellos.

Por primera vez, el camaleón sentía que compartía algo y comprendió la amistad que le ofrecía el pajarillo.

Todo se iluminó de color naranja.

Aparecieron árboles frutales y una gran alfombra de flores.

Cuando estaban más relajados, apareció el color añil, y de los ojos del camaleón cayeron unas lagrimitas. Estaba arrepentido de haber sido tan orgulloso y de no valorar aquello que era realmente hermoso.

Pidió perdón al pajarillo y a los demás animales y desde aquel día se volvió más humilde.

viernes, 19 de abril de 2013

Un saludo Hermoso (Gracias Corinthia Torres) 2011


Simón te quiero mucho, cuando vas a ir a  clases, Simón tu eres muy importante para mí te deseo mucha suerte simón tu eres el profesor de pintura simón

Caracas 23 de mayo de 2011

Corinthia (Torres)