Datos personales

lunes, 7 de abril de 2014

"Pedro Pepe"...Mi caballo favorito. Autora (Dibujo y escrito) Krystalmar




Pedro Pepe era un caballo que había quedado ciego tras herirse los ojos en una carrera, era guiado mediante  una soga por Mariana, una pequeña  perrita muda, que solo sabía silbar y estaba permanentemente hambrienta, junto a ellos los acompañaba una niña llamada Clara, una niña sorda, hija del dueño del pura sangre.

Un día salieron a pasear y se encontraron con otra niña llamada Melodi que solo podía hablar si acompañaba las palabras con música, esta les pidió permiso para montarse sobre Pedro Pepe, como él era tan alto y ella tan pequeña, en cada intento de montarlo se caía en el lodo, al fin con su carita pintada de marrón por el barro les pidió ayuda para hacerlo.

Mariana soltó un silbido, que le dio a entender a Pedro Pepe que se agachara para que Melodi se montara.

El caballo como no veía era controlado por Mariana mediante diferentes silbidos y  de esa manera evitaban que se equivocara o se saliera de la ruta…

Todo iba bien, Melodi tarareaba una hermosa canción, que los demás al parecer la  disfrutaban.

Pero desde lejos le llegó a Mariana un poderoso olor, solo de pensarlo se le hacía agua la boca, aún no se había desayunado y sus tripitas se revolcaban de hambre… Sin querer salió corriendo tras ese sabroso aroma, como era lógico Pedro Pepe la siguió “esmachetado” y Melodi aterrorizada,  iba sobre él cantando la novena de Beethoven… en 45 rpm y dando bandazos.

Mariana viendo su error trató de enmendarlo, empezó a silbar como loca para hacer que Pedro Pepe se detuviera, pero ya era tarde, él también había olido esa fragancia de la cual era fanático…y para colmo tampoco había comido

Clara no entendía lo que pasaba, pero igual corría detrás del caballo agitando sus brazos.

La gente al ver aquel caballo grandote, corriendo desbocado,

y encima de él una “enana” con su cara pintoreteada de marrón,

y a un  lado una perrita silbando, 

y detrás siguiéndolos otra niña con la boca abierta que solo agitaba sus brazos,

…no les quedo remedio sino huir hacia todos lados, dejando en el camino: bolsas, zapatos, copas de vino con su respectiva botella y cuanto llevaban en sus manos.

 

Pedro Pepe, no le importaba lo que pasaba a su alrededor, al fin y al cabo era ciego, siguió cabalgando hasta pasar la entrada del parque…

 

¡Era de allí de donde salía la sabrosa fragancia!

 

Un vendedor con su carrito, al ver aquella avalancha de animales y ¿enanas?

Huyó gritando:

¡Ay Diosito son espantos!

¡No me maten! ¡No me maten!

…Dejando el carrito volcado en el pasto.

 

Cuando Pedro Pepe y los otros  llegaron, se pararon en el acto

 

¡Allí es donde estaban los cientos de olores que hacían la boca agua!

 

El olor del pan recién calentado, las salchichas borboteando en el agua y el aroma de todas las salsas. Adiós  a las carreras y al miedo. Era el momento de llenar la  barriga.

 

 A lo lejos sonaban las sirenas de la policía buscando los culpables de aquel desastre. Tropezaron con el vendedor de perros que aún sentía pánico, y les dio el retrato hablado de un monstruo de dos cabezas, una como de dragón botando baba por la boca y otra horrible cara de color marrón que cantaba desafinada, y tenía por debajo un sinfín de patas que silbaban como llamando al diablo.

 

-¿y por donde se fueron?

Interrogaba los gendarmes:

 

-¡Por ahí!   ¡Por ahí!… y señaló la entrada del parque, temblándole aún sus piernas.

 

Los policías impresionados por el cuento del vendedor, decidieron esperar refuerzos militares, estos llegaron con armas de última tecnología, uniformes contra balas de alto calibre y contra fuegos, incluso los producidos por escapes de uranio y plutonio, cascos recubiertos de metales recién declarados que impedían cualquiera intromisión craneal, sin contar con las sogas y otras armas especiales, en fin tenían “con que” atrapar cualquier monstruo.

 

Sigilosos ingresaron por las dos entradas del parque buscando al dragón de dos cabezas, hurgaron todo, hasta levantaron las raíces de los apamates sin encontrar nada.  Casi estaban apunto de marcharse, cuando vieron a lo lejos unas sombras moviéndose.

El coronel que dirigía la operación llamada por ellos “la caza del Dragón uno”, les ordenó aplicar la técnica de las tijeras (esta  consistía que los “mas nuevos” fuesen las afiladas y bien amoladas  hojas que al cerrarse no dejaban pasar nada y el otro grupo –los de mayor antigüedad- serían los “mangos” que estarían en la retaguardia, prestos a juntarse para evitar que el enemigo los alcance… y que los “mas nuevos” huyan), y el eje que estaría en el centro (considerado el punto común donde convergen ambos ejércitos …protegiéndolo a él…por supuesto).

 

En la medida que se acercaban sigilosamente a las sombras comenzaron a distinguirse sus perfiles. Vieron un bulto grande y gordo tendido del lado izquierdo, cerca de el estaba una figura femenina muy pequeña cuya boca chorreaba algo rojo y espeso que parecía sangre, otra fémina estaba en el suelo tapado todo su cuerpo de una sustancia marrón y un poco mas allá, como dormida, algo que les recordaba un pequeño cuadrúpedo.

 

¡QUIETOS!!! 

 

Fue el grito del oficial desde una distancia segura, pero nadie se movió -parecen muertos- pensó y esto envalentonó al militar, logró pararse al lado del bulto grande dándose cuenta que era simplemente un caballo, las otras eran tan solo dos niñas embarradas de salsa de tomate y lodo, y el pequeño cuadrúpedo era simplemente una perrita…y todos durmiendo una siesta…

 

A su alrededor las hormigas hacían desguace con las migajas de “perro-calientes” dejadas por los huéspedes.

 

El Coronel tomó unas fotos de los comensales y se alejó en silencio con sus tropas para no despertarlos. Cuando estaban suficientemente retirados ordenó a sus hombres quitarse algunos uniformes, llevarlos a donde estaban unos restos de arboles grandes, colocar el silenciador a todas las armas y disparar hacia ellos. Al acabar el fuego, rescataron sus maltrechos uniformes y se marcharon a su comando.

 

En la mañana siguiente todos los periódicos, mostraban como primera página una foto de los militares con sus uniformes chamuscados, acompañados del comunicado siguiente: “el ataque que tuvieron que soportar nuestras fuerzas armadas, ante la invasión de algunos seres extraños, que ayer causaron pánico y desaciertos a buena parte de nuestra población,  fue terrible, pero gracias a nuestro gobierno que ha aumentado casi más del 1000% nuestras dotaciones de última generación, pudimos salir airosos de este “encuentro cercanos de tercer tipo”.

 

Mas abajo había otra foto donde aparecían: Pepe Pedro, Mariana, Clara y Melodi con el siguiente escrito: “Estamos haciendo el censos de nuestros habitantes para averiguar cuales de ellos fueron arrancados de nuestro planeta. Los de esta fotografía fueron una parte de los seres (dos niñas, un caballo y una perrita) rescatados por nuestra fuerzas armadas, que cuando los conseguimos ya estaban hipnotizados y prestos a ser secuestrados por los extraterrestres.

 

Si usted tiene algún desaparecido, por favor comuníquese con nuestro teléfono

 “no te vayas mi amor” o “6683-82557-642667”.








2 comentarios:

  1. Hola, quisiera saber si pueden darme información acerca de la escuela de arte por que estoy interesada en entrar en caso de ser posible. Gracias!

    ResponderEliminar