Autor: Juan Lovera
El 19 de abril fue consecuencia directa de la invasión de España por parte de Napoleón Bonaparte (Tratado de Fontaineblau 1807) este hecho que causó indignación a los españoles, repercutió también entre nosotros, de manera que empezaron a hacerse diversas manifestaciones a favor del cautivo rey de España; agregamosle a esto la influencia que venían recibiendo los intelectuales mantuanos por la Revolución Norteamericana (1776) y la Revolución Francesa (1789).
El 15 de julio de 1808, Napoleón envía a Paul Lamanon a Caracas para tratar que se reconozca a su hermano mayor: José Bonaparte como rey de España; este personaje es expulsado por la manifestación (12.000 personas) acaudillada por los hermanos Bolívar, los Ustáriz y los Ribas, entre otros.
El 18 de abril de 1810 el entonces gobernador de Caracas Vicente Emparan, que sospechaba una conspiración, envía a varios mantuanos comprometidos fuera de la ciudad, entre ellos a Simón Bolívar.
Los miembros del cabildo, se habían reunido la noche antes en la casa del médico José Ángel de Álamo y decidieron, valiéndose del alcalde José Llamozas, convocar a un cabildo extraordinario el día jueves Santo antes de que el gobernador fuese a misa.
En ese cabildo, los insurgentes proponían que debía discutirse la formación de una Junta de Gobierno autónoma que asumiera el Gobierno de la Capitanía General a nombre de Fernando VII y sin sujetarse al Consejo de Regencia.
Y esto, en razón de la ilegitimidad del nombramiento de Napoleón, las provincias venezolanas se consideraron con iguales derechos a las españolas, por lo tanto debían darse un gobierno propio hasta que se restableciera la corona a su rey legitimo.
La discusión en referencia a la constitución de una “Junta Suprema defensora de los derechos de Fernando VII”, era muy encontrada, incluso se llegó a proponer el nombramiento de Emparan para presidir la junta; a lo cual se negó el cura chileno José de Madariaga partidario de la independencia plena, cuando consultándole a el pueblo desde el balcón del cabildo, el gobernador recibió un rotundo “No” influenciado por la mano del sacerdote. Es entonces cuando Emparan pronuncia su famosa frase: “pues, yo tampoco quiero mando”.
Ese día se nombran dos presidentes para dirigir la Junta de Gobierno: José de las Llamozas y Martin Tovar Ponte y un gabinete donde estaban Nicolás de Anzola (Gracia y Justicia), Lino de Clemente (Marina y Guerra) Juan Germán Roscio (Exteriores) y Fernando Key Muñoz (Hacienda).
Las provincias que se unieron inicialmente al Acta de Independencia fueron: Caracas, Barcelona, Barinas, Cumaná, Margarita, Mérida y Trujillo.
El día 21 de abril fueron expulsados hacia España: el ex Capitán General Vicente Emparan y sus colaboradores, entre ellos a: Vicente Bassadre (Intendente) y a José Vicente Anca (auditor Real).
Inmediatamente se enviaron misiones diplomáticas para buscar el apoyo de otras naciones, entre ellas mencionamos la misión diplomática que viajo a Inglaterra formada por Simón Bolívar, Luis López Méndez y Don Andrés Bello.
Ese 19 de abril acababa de Nacer un País…
Y el 5 de julio, un año después, un Congreso de 44 diputados, declara la Independencia de Venezuela:
“En el nombre de Dios Todopoderoso,… Nosotros, pues, a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias Unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados libres, soberanos e independientes… "
El 15 de julio de 1808, Napoleón envía a Paul Lamanon a Caracas para tratar que se reconozca a su hermano mayor: José Bonaparte como rey de España; este personaje es expulsado por la manifestación (12.000 personas) acaudillada por los hermanos Bolívar, los Ustáriz y los Ribas, entre otros.
El 18 de abril de 1810 el entonces gobernador de Caracas Vicente Emparan, que sospechaba una conspiración, envía a varios mantuanos comprometidos fuera de la ciudad, entre ellos a Simón Bolívar.
Los miembros del cabildo, se habían reunido la noche antes en la casa del médico José Ángel de Álamo y decidieron, valiéndose del alcalde José Llamozas, convocar a un cabildo extraordinario el día jueves Santo antes de que el gobernador fuese a misa.
En ese cabildo, los insurgentes proponían que debía discutirse la formación de una Junta de Gobierno autónoma que asumiera el Gobierno de la Capitanía General a nombre de Fernando VII y sin sujetarse al Consejo de Regencia.
Y esto, en razón de la ilegitimidad del nombramiento de Napoleón, las provincias venezolanas se consideraron con iguales derechos a las españolas, por lo tanto debían darse un gobierno propio hasta que se restableciera la corona a su rey legitimo.
La discusión en referencia a la constitución de una “Junta Suprema defensora de los derechos de Fernando VII”, era muy encontrada, incluso se llegó a proponer el nombramiento de Emparan para presidir la junta; a lo cual se negó el cura chileno José de Madariaga partidario de la independencia plena, cuando consultándole a el pueblo desde el balcón del cabildo, el gobernador recibió un rotundo “No” influenciado por la mano del sacerdote. Es entonces cuando Emparan pronuncia su famosa frase: “pues, yo tampoco quiero mando”.
Ese día se nombran dos presidentes para dirigir la Junta de Gobierno: José de las Llamozas y Martin Tovar Ponte y un gabinete donde estaban Nicolás de Anzola (Gracia y Justicia), Lino de Clemente (Marina y Guerra) Juan Germán Roscio (Exteriores) y Fernando Key Muñoz (Hacienda).
Las provincias que se unieron inicialmente al Acta de Independencia fueron: Caracas, Barcelona, Barinas, Cumaná, Margarita, Mérida y Trujillo.
El día 21 de abril fueron expulsados hacia España: el ex Capitán General Vicente Emparan y sus colaboradores, entre ellos a: Vicente Bassadre (Intendente) y a José Vicente Anca (auditor Real).
Inmediatamente se enviaron misiones diplomáticas para buscar el apoyo de otras naciones, entre ellas mencionamos la misión diplomática que viajo a Inglaterra formada por Simón Bolívar, Luis López Méndez y Don Andrés Bello.
Ese 19 de abril acababa de Nacer un País…
Y el 5 de julio, un año después, un Congreso de 44 diputados, declara la Independencia de Venezuela:
“En el nombre de Dios Todopoderoso,… Nosotros, pues, a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias Unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados libres, soberanos e independientes… "
Pero muchas muertes quedarían sembradas en el largo camino de la construcción de nuestra Nación.
Recopilación:
Simón Oliveira
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