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Dibujo y cuento de: Bárbara Briseño. |
El
néctar de la flor de loto
Era un hermoso día soleado en el Bosque
Milagroso, como siempre las mariposas salían a buscar el néctar, una de ellas,
la más pequeña, pero también la más
lista se adentró hacia la laguna,
allí, recién floreciendo, estaba una flor de loto muy bonita, al acercársele la
mariposa la flor la detuvo en seco:
-Que
tal Mariposilla, me supongo que buscas mi néctar…pero para obtenerlo tendrás
que pasar algunas pruebas.
La
mariposita extrañada le contesta:
-¿Pruebas?
Mejor me voy a buscar otra flor.
En ese instante la flor terminó de abrir sus
pétalos, y un exquisito olor se esparció por toda la superficie del agua.
La
mariposa al sentir aquella fragancia, se
detuvo diciendo como pretexto:
¡Qué
pruebas ni que tareas! Mejor me marcho…
-Espera,
si te digo que tienes que pasar una pruebas, contesto la flor, es porque mi
néctar no lo encontraras en otro lado…sabes mi néctar es mágico, tiene la
cualidad de abrillantar las alas y en el caso de pasar las pruebas serías la
mariposa más hermosa del mundo.
-Ok,
ahora que me dices esto, quiero saber cuál es la primera prueba.
-Escucha mariposita, en total son tres las
pruebas que debes pasar…
¡y no me interrumpas ¡
La primera es que me contestes ¿cuánto de
valor tienen tus alas?
La segunda ¿qué es lo mejor que harías con
tus alas nuevas?
Y la tercera ¿Cómo crees que eres por dentro?
La mariposa se extraña de lo fácil que eran
las preguntas… y empieza:
-no sabría vivir sin mis alas, ellas me
llevan a todas partes, veo desde lo más alto las cosas más pequeñas, por eso
las cuido mucho, y que me disculpe el gusano no me imagino transportarme por el
suelo, para mí sería la muerte.
-¡Perfecto! Dice la flor, ahora respóndeme la
segunda.
-Sabes, las que tengo me son, como te dije,
muy útiles, pero si fuesen más grandes y más llamativas, me servirían para volar al atardecer y muchas más mariposas podrían verme, aunque
estuvieran más lejos.
Les lograría avisar donde se encuentra la mejor comida o
donde habría un peligro, y luego al final del día revolotear con sonrisas para
el triste y esperanza al desesperado.
La flor estaba contenta por lo que había
escuchado, sin duda la mariposita se merecía las hermosas alas, pensó: “por
aquí han pasado muchas mariposas, algunas vanidosa, histéricas, mal humoradas,
pero ninguna habían podido dar respuesta, ahora debo esperar la contestación a
la tercera pregunta y tomaré una decisión”.
La mariposita tenía a “flor de labios” su
respuesta:
-Mira hermosa flor, mi alma está llena de
vida y me gusta mostrársela a los demás, voy a los rincones solitarios donde
abunda la tristeza y con mis colores reparto alegrías, dándole paz al que la
necesita.
La flor satisfecha y contenta le dice:
“mariposita acércate, toma mi néctar, has tuyas esas alas y márchate, sigue
llevándole alegrías y esperanzas al mundo…
…Que de verdad las necesitan…”
Cuento de Bárbara Briseño